Este post es una muestra parcial de un artículo que dejo colgado en su totalidad. Responde Amable Manuel Cima Muñoz como director del INNIS.
He destacado dos temas que me interesan fundamentalmente y es la participación de la familia en la educación de un niño o una niña de altas capacidades intelectuales y por otro lado las competencias que alguien debe aprender en la escuela, no lo puramente curricular.
La colaboración familia-escuela y la atención a las capacidades de cada alumno con ética y congruencia educativa es lo que más me llamó la atención del artículo.
El decálogo de competencias es la vida misma... De nada vale la escuela, si lo que me da es competitividad y no competencias. Los niños de altas capacidades no son una fábrica. El talento no es una moneda de cambio en una sociedad mercantilista. A los padres y madres de altas capacidades nos interesa la felicidad de nuestros hijos. La felicidad la obtienes en lo más profundo de tu ser, no por lo que los demás esperan de ti, sino por lo que tu eres.
El decálogo de competencias es la vida misma... De nada vale la escuela, si lo que me da es competitividad y no competencias. Los niños de altas capacidades no son una fábrica. El talento no es una moneda de cambio en una sociedad mercantilista. A los padres y madres de altas capacidades nos interesa la felicidad de nuestros hijos. La felicidad la obtienes en lo más profundo de tu ser, no por lo que los demás esperan de ti, sino por lo que tu eres.
Me ha gustado porque habla en términos de felicidad y de cotas de conocimiento.
Pongo de imagen esta rayuela de conocimiento infinita... en la que hay que aprender jugando, pero a la vez a la pata coja, tirando una piedrecita, empujándola... y si quieres seguir jugando, tienes que aprender palabras como el esfuerzo, la tolerancia a la frutración, la paciencia, el no rendirse ante el reto...
¿Cuáles son los aspectos que habría que mejorar en nuestro país para dar una respuesta adecuada a los niños con altas capacidades? ¿Qué puntos débiles presenta el sistema educativo en el ámbito de la superdotación?
En realidad, la respuesta es general para todo el sistema educativo: mayor exigencia y compromiso en congruencia con las capacidades de cada alumno. El deseo obsesivo para reducir el fracaso escolar por medio de la disminución de la exigencia al alumno ha generado más fracaso escolar, como si de un sistema hidráulico se tratara, sin pararse a pensar en cómo influyen en el alumno el sistema educativo, los profesionales, las familias y la sociedad en general. Una sociedad como la española, que cada vez más se asienta en el "sálvese quien pueda", está dejando las responsabilidades de la educación de sus hijos en manos de terceras personas y huye, como de la quema, de las palabras esfuerzo, exigencia, compromiso o lealtad, mostrando a todas horas, por todos los medios posibles, que uno "puede ser sin tener", lo que lleva a un futuro más bien sombrío. Y lo que ven los niños es eso. Por tanto, el sistema educativo debe recuperar no sólo la autoridad del profesor, sino incorporar al centro escolar a las familias, sólo desde esa perspectiva de congruencia educativa y ética podrá dar respuesta a las necesidades de los niños superdotados, pues así se podrá configurar un hilo conductor para compartir conocimientos y expectativas formativas avanzadas, fomentar la ilusión por el aprendizaje y el cambio, y para alcanzar un desarrollo emocional que ponga todo ese trabajo en valor, desde el aula hasta la casa del alumno.
Para finalizar, ¿le gustaría añadir algún comentario más?
Me gustaría insistir en el papel fundamental de las familias. Aquellos que confían en que únicamente a través de la formación académica que ofrece la escuela van a alcanzar las más altas cotas de conocimiento están realmente muy equivocados. Es la familia, ya desde la infancia del niño, la que le va a ofrecer caminos de educación, conocimiento, esfuerzo, valor y metas a lograr. Sin esta implicación y exigencia de la familia, sobre sí misma y sobre el niño, se hace muy difícil conseguir objetivos a largo plazo, sobre todo, el que todas las familias quieren para sus hijos: que sean felices.
Nota al pie:
(1) Decálogo InNiS de Competencias:1. Comprender, a su nivel intelectual, los conocimientos que definen y estructuran las ciencias técnicas y humanas, sociales, artísticas y de la salud; comprensión que se sustenta en el manejo de libros, materiales complementarios y nuevas tecnologías de la información y la comunicación, incluyendo también algunos aspectos que implican conocimientos procedentes de la vanguardia de la ciencia, la técnica, el arte, la literatura y el humanismo en general.2. Saber aplicar a sus estudios reglados los conocimientos adquiridos, elaborando y defendiendo sus argumentos de manera científica y racional, para resolver los problemas que le son propios a su nivel académico.3. Tener la capacidad de reunir e interpretar datos relevantes al campo concreto de estudio, que le permitan emitir juicios razonados que incluyan una reflexión sobre los temas de índole social, científica, artística o literaria que han sido analizados, todo ello ajustado al nivel de exigencia académica del niño.4. Tener la capacidad de transmitir información, ideas, problemas y soluciones a partir de sus conocimientos académicos y culturales, tanto en el contexto escolar como social-familiar.5. Desarrollar las habilidades de aprendizaje autónomo de disciplinas no directamente relacionadas con materias escolares, que les permita profundizar en aquellas áreas de conocimiento personalmente seleccionadas.6. Desarrollar una genuina motivación de ayuda a los demás, una sensibilidad personal adecuada y una madurez personal suficiente para abordar los problemas y situaciones personales y relacionales propios de su edad.7. Desarrollar un profundo pensamiento crítico, el cual les permita mantener una actitud reflexiva y creativa, el cuestionamiento de lo inmediato como actitud ante la vida y, siempre que sea posible, un enfoque científico y racional de su acción personal y académica.8. Desarrollar actitudes personales que les permitan la reflexión y el conocimiento de sí mismos, a la vez que desarrollan los conocimientos relacionados con el comportamiento y los procesos mentales de los demás.9. Ser capaces de reconocer, comprender y respetar la complejidad de la diversidad sociocultural en un mundo globalizado.10. Desarrollar el respeto por una serie de normas y valores tales como la capacidad de sopesar las evidencias antes de responder, la responsabilidad personal en su conducta familiar, escolar y social, la exigencia personal como paso previo en la exigencia a los demás, y el compromiso personal en la defensa de la diversidad humana como garantía para alcanzar un mundo más justo. |
Fuente : http://www.infocop.es/view_article.asp?id=3303
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