lunes, 26 de marzo de 2012

INTELIGENCIA EMOCIONAL ¿ASIGNATURA, SOLUCIONADOR, VIVENCIA?

La primera vez que oí al Señor Punset hablar que había que impartir la inteligencia emocional en los colegios, pensé que la idea era fantástica. De hecho, tanto es así, que llamé a mi amiga Noe e hizo un proyecto precioso para el cole de María como extraescolar.

Tanto Goleman , como Gardner a contribuído a elaborar una literatura escrita sobre
inteligencia emocional , o interpersonal/intrapersonal respectivamente,
que merece la pena leerlos.

Después, al lo largo del tiempo y  en diferentes foros he oído que la inteligencia emocional no debe ser trabajada como algo independiente. Bien es cierto que por un lado comparto esta idea, pero por otro lado para estar integrada se debe confiar en profesores y padres emocionalmente inteligentes.



Creo que como sociedad estamos lejos de esto, bien es cierto que muchos caminamos en esta dirección . ¿ ¿ ¿ Quiere esto  decir que todo aquello que hagamos será trabajar en esta dirección.?
Yo entiendo que si.
 Y el proceso culminará en la naturalidad de percibir las emociones y gestionarlas en todo aquello que hagamos.

Hecha esta pequeña introducción que simplemente trata de destacar la importancia que la inteligencia emocional tiene para mi , me gustaría reflexionar en voz alta sobre la inteligencia emocional en los niños de altas capacidades y la respuesta que podemos dar desde las familias.

Los niños de altas capacidades tienen sus emociones en constante ebullición, unidas a su coco. Esa ebullición encuentra caminos  a veces y a veces no. Un niño o una niña de altas capacidades te pregunta por la muerte a los tres años... Sus sentimientos son tan intensos en ocasiones como sus preguntas y a veces esto emocionalmente se complica de manera exponencial.

Su sentido de la justicia, normalmente hace que su mundo emocional al relacionarse con los demás, les planteen dudas, cuestiones y a veces dolor, que en otros niños y niñas con la misma edad no los percibimos.

Su preocupación por el mundo, es otra de las razones que influyen en sus emociones.

El problema es que nuestros niños, como comento siempre, no se pueden compartimentar. Quizá haya personas que al leer esto no compartan esta línea porque cargan más la tintas educativas sobre los escolar que sobre lo familiar.  Ambas cosas tienen su gran importancia. Pero ciertamente, si miramos como está el sistema educativo para todo el mundo, yo siempre tengo claro que algo de mi parte familiar tengo que poner.

Los problemas de casa , aunque sea tajante en esta opinión, difícilmente y por mucho que se ponga por parte del cole, no se van a solucionar en el cole. 

Además la inteligencia emocional no se debe asociar a un solucionador de problemas.
No trabajamos la inteligencia emocional porque tengamos problemas.
O no debemos acudir a la inteligencia emocional solamente como herramienta solucionadora
de problemas.

 Como padres una de las cosas más maravillosas que les podemos transmitir a nuest@s hij@s, es el regalo de la capacidad de saber animarse.  Una habilidad para mi punto de vista fundamental, que raramente se fomenta en la escuela y que raramente fomentamos en la casa.

Sentirse bien requiere también de entrenamientos.  Esto lo aprendí de un libro que compré cuando María era pequeña y que se llama " Juegos para el bienestar emocional de su hijo".



Libro que recomiendo a todos los papá y mamás que quieran divertirse con la inteligencia emocional. Es un libro entero de juegos, de juegos divertidos, que se convierten en técnicas útiles.  Juegos rápidos para empezar el día como " practica la alegría ".

300 actividades para hacer más felices a los niños y a los padres.

A mi me encantó y por ello lo recomiendo y lo sigo utilizando.

Las actividades que propone el libro proporcionan numerosas maneras de sentirse feliz, en sintonía, apreciado y en disposición de valorar a los demás.

Quizá yo se una " maniática " de querer pasarlo bien en familia.
Me gusta intentarlo y además como refleja el libro los seres humanos no debemos perder esa capacidad de aprender.

Si tenemos más de 5000 pensamientos al día, 
quizá muchos de ellos nos ofrezcan numerosas oportunidades para practicar el arte de sentirse bien,
según nos cuentan en el prólogo.
Pues este libro es una de esas herramientas que dan ideas para ello.



Subir la escaleras puede resultar muy agradable.
Intentarlo también....

2 comentarios:

  1. Hola: preciosa tu entrada. Sabes que como una investigadora (no sé que nombre ponerme ;) )del desarrollo emcional de los peques, aliento tanto a los maestros/as como a la familia para trabajar de manera mancomundada este aspecto tan importante. Y que por suerte, puedo apreciar que cada vez se divulga más información. Aunque aún falta mucho para que la mayoría de centros pongan en práctica actividades de educación emocional con carácter transversal en sus programaciones. Y esta transversalidad es porque las emociones nos acompañan todo el tiempo.Algunas veces podremos aplicarlas intencionadamente, y otras aprovechando el momento ( una discusión, o pelea por ejemplo). No conocía el libro y me lo apunto, uf...me encantaría tener más tiempo y más dinero para poder leer todo lo que quisiera. Te recomiendo también, en esa línea del trabajo emocional con los hijos, "Educar con I.Emocional" de Maurice J.Elias, Steven E Tobias y Brian S. Friedlander.
    Ya lo creo que intentar sentirse bien es un "arte", y más en los tiempos que corren :)
    Beset
    Silvina

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    1. Gracias preciosa por tu respuesta. Conozco el libro de IE y lo tengo como referente, de esos que lees y relees. Comparto contigo esa sensación lectora, tanto por avidez como económica actualmente ( ja,ja,ja ) Esta semana he pecado..pero encuentro disfrute releyendo cosas que tenía en la estantería. Me encantaría conocer tu trabajo de cerca Sil. Si me puedes acercar a él me alegrará... Besos mil y gracias por compartir conmigo...

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