He observado a lo largo de estos añitos que llevo relacionándome con el mundo de las altas capacidades, el gran interés que las familias tienen sobre el tema de las normas. Siempre se pide para las escuelas de padres y madres .
Es curioso, pero cuando un asunto se demanda con tanta frecuencia desde los diferentes ámbitos, deja de ser sano interés por el aprendizaje y se convierte en " tengo un problema" ¿ cómo lo puedo solucionar ?.
Lo difícil en materia educativa es que ese " pan para tod@s " que no nos gusta en el seno educativo, tampoco es una solución favorable en el seno familiar.
No hay recetas o soluciones mágicas que nos fijen normas y hagan que se cumplan cual barita mágica.
Con lo cual, todo aquello que yo refleje en este post, posiblemente no sea nada, sencillamente la opinión de una madre con respecto a un tema.
Siempre cuento a través de mis post aquello que me sirve, aquello que mi propia experiencia valida. Pero lo que es válido en mi casa puede no serlo en otra. O lo que yo entiendo como razonable puede ser lo irracional en otra.
Cuando yo era pequeña en esto del mundo de las altas capacidades, no es que ahora sea mayor, es que algo si que voy creciendo, empecé a leer y leer y leer y leer....
María era chiquita, cuando yo empecé con mis sospechas y yo soy persona de pocas normas, las que me asistían en aquella época era la de " cuánto más juegue y guarree mejor..." con quizá la única norma formal del peligro...pero yo soy muy poco asustona, con lo cual mis situaciones de peligro se ven tremendamente mermadas con aquellas que veía por ejemplo el papá de María. Consensuamos los realmente peligroso y ciertamente, si lo analizas hay tantos peligros evitables, que eres casi capaz de hacer desaparecer los peligros.
Mi casa no es tampoco anárquica. Pero sigue habiendo con la edad muy pocas normas. Decidimos en un momento dado que la norma familiar sería " HABLAR BIEN" , esa es la norma por excelencia, la que no debe violarse, romperse, porque pensamos que sería el hilo conductor de la educación de María.
Los que nos conocen saben que María es una niña que por encima de todo nos habla bien.
Para mi punto de vista ese hilo conductor permite muchas cosas, fondo, forma, tono, empatía...
Para mi punto de vista el hablar bien permite hablar de cualquier cosa, de cualquier tema, de cualquier norma, de cualquier límite...
¿ Nos equivocamos a veces? Pues claro...
¿ Lo hacemos perfecto ? Pues no.
Pero en esa esfera superior de la NORMA, está lo que no se debe vulnerar.
Esa norma necesariamente te conduce al diálogo.
Considero que la palabra DIÁLOGO y la palabra CONSENSO, van unidas al mundo de las normas con niños y niñas de altas capacidades.
Su capacidad de razonar y su talento negociador desde pequeñ@s hace necesario que los padres nos preparemos para ejercer como adultos en ese diálogo de adultos con personas que son niños y niñas.
Es una difícil misión. En materia educativa, se lamente o no se lamente nosotros somos los adultos.
El sentido común nos debe acompañar, el respeto a las opiniones propias y ajenas nos debe acompañar, la paciencia nos debe acompañar,
A veces, el Diálogo y el Consenso agotan, pero son los que educativamente merecen la pena.
Ante ese agotamiento, quizá debamos reaccionar por nuestra parte, con un " luego seguiremos", o un " lo voy a pensar y luego comentamos" . Está en nuestra obligación de educadores el saber encauzar. Y de vez en cuando, tenemos la bronca... quizá. Tener una bronca en el momento justo no lo veo tanto problema como acumular emociones negativas sin saber encarrilarlas.
Retirarse a tiempo y no terminar con la frase " Porque lo digo yo" o
como señor tolerantede la gráfica : " Aqui el que manda soy yo".
Se nos juntan mundos emocionales volcánicos a veces. Pero me declaro activista del diálogo y del consenso familiar, de mantener esa diferencia, de que no haya
" pan para tod@s " en las normas,
de que los límites se comprendan y entiendan como necesarios y como parte de nuestro proyecto educador y de crecimiento individual.
" pan para tod@s " en las normas,
de que los límites se comprendan y entiendan como necesarios y como parte de nuestro proyecto educador y de crecimiento individual.
Al fin y al cabo el Diálogo y el Consenso sobre lo que hay que hacer o no familiarmente e individualmente fomentan la RESPONSABILIDAD.
Quizá la pregunta sea : ¿ estamos capacitados para DIALOGAR con nuestr@s hij@s?
O esta : ¿ Estamos capacitados para DIALOGAR entre nosotr@s papis y mamis ?
Querdia Yoli, en mi opinión has dado en el clavo formulando las dos últimas cuestiones, pues parte del tema radica ahí. Besos. Sera
ResponderEliminarHola bonita mía... ¡ Qué gusto y qué alegría verte aquí ! Gracias mi vida, un beso enorme. Y me alegro enormemente de que te haya gustado...
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