Algunas voces del ámbito femenino dicen que está sobrevalorada la figura de la maternidad. Yo creo que no se trata de eso, como todo en la vida, las que hemos querido ser madres y lo hemos querido ser de una forma consciente, no lo sobrevaloramos, lo consideramos como uno de los pasos más importantes de nuestra vida.
Así lo veo yo, es una elección más, pero no una elección cualquiera, sino una de aquellas que marcan tu vida para siempre y en base a esto es una de las importantes, de las trascendentes, de las definitivas.
De la vivencia de la maternidad yo he oído en estos casi 12 años que soy madre más mi embarazo, un poquito de todo, un remix. Desde las experiencias de parque que me llevan a preguntarme y ¿ tú por qué has tenido niños ? hasta las experiencias de cole posteriores. Pero en el fondo de mi corazón sé y soy consciente de que toda madre quiere lo mejor para su hijo y para su hija.
También soy consciente de que se repiten modelos y formas del pasado heredadas y no cuestionadas ni adaptadas y eso no es bueno ni para la madre ni para el hijo. Y que no se reflexiona sobre el papel qué significa ser madre y eso le hace perder valor.
Que se pasa sobre él con la velocidad vertiginosa con la que el Siglo actual te hace pasar sobre toda las cosas, sin poder pararse. Parece que cuántos más elementos externos lo rodeen y cuánto más alejados estén los niños de nosotros y cuidados por terceros y profesionales lo van a hacer mejor que las auténticas madres, y esa es la campaña del siglo XXI contra la maternidad. La máquina, el mecedor automático, con su ritmo sincronizado y perfecto, lo hace mejor que mami, el profesional de las extraescolares no hace mejor que nosotras jugando en el parque.... y así sucesivamente...
Y yo me niego a creer y me negaré a creer que nadie lo haya hecho mejor que mi madre, porque nadie me dió AMOR como ella y si algo valoro yo de mi infancia y de mi vida es el AMOR y el TIEMPO DE MI MADRE.
De las madres adultas decir que hay que hacer un ejercicio de evolución y adaptación. Antes los hijos se adaptaban a las familias, ahora ya no. Los hijos y los padres tienen que evolucionar conjuntamente, si no las relaciones se distancian.
Los padres se usan como tenedores de nietos, pero no hay una relación con los hijos, hay un uso. No me parece justo.
Sería otro capítulo para la reflexión. Felicidades a esas abuelas que ejercen de segundas mamás.
Desde la crítica, porque no puedo hacerlo de otra forma, considerando que el papel de la mujer en cuanto a su maternidad merece una revisión en un pais donde la baja maternal es de miseria y donde no se la considera ni se le da valor en este momento ni tan siquiera como elección, con lo cual creo que el camino por recorrer es holgado, amplio y de lucha, hasta el de la reflexión de las que somos madres, hijas, nueras...hijos...yernos... sobre nuestro papel con la figura femenina.
Feliz día para esa MADRE !!!
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