Desde siempre he observado en María su alto sentido de la justicia y como el mismo conforme avanzan los años se va viendo cada vez más comprometido.
Una de las características que se leen en muchos manuales y que definen a los niñ@s con altas capacidades es su sentido de la Justicia. En el caso de María se cumple desde pequeña, la contínua pregunta ante la injusticia y ese no entender.
Ahora hay problemas en su clase, en estos momentos de su vida y el otro día pude comprobar hasta dónde puede llegar ese sentido de la justicia y cual importante es mantener la via del diálogo siempre abierta con nuestros niños para que ese mundo emocional tan sumamente amplio que tienen no se quede ahogado e incomprendido en sus corazones.
A veces cuando hay problemas de grupo, se tiende a confundir la la parte por el todo, es decir en vez de implicar solamente a los verdaderos causantes de la situación, implicar al grupo entero en el conflicto.
Esto sucede mucho en la escuela.
Esto María lo lleva fatal. Lo considera completamente injusto por parte del profesor, hacia ella y hacia los compañeros y compañeras que no tienen nada que ver ni ha participado en el conflicto.
A la par, tampoco entiende como la otra parte, los otros niños son capaces de comportarse de esa determinada manera cuando saben a conciencia que fastidian al colectivo.
Una línea como veis muy difícil de explicar, unas preguntas difíciles de contestar, para una niña de 9 años, que va buscando respuestas adultas, para un corazón que sigue teniendo 9 años. Pero a ese corazón hay que comprenderlo, tranquilizarlo, escucharlo, tenerle la puerta abierta para que esto salga y llegue a nosotros. Porque nosotros, papá y mamá, hoy por hoy somos el único bálsamo aplicable a ese corazón con ese sentido de la justicia que araña, que hiere, que hace daño y si se lo guarda, no hay bálsamo, no hay comprensión, no hay explicación.
Por eso, nuestro ejercicio hacia nuestros hijos e hijas debe ser de tener la puerta abierta y de estar muy al loro de ese mundo emocional tan enorme que los puede desbordar si no es atendido
con palabras de consuelo.
La puerta abierta es la única que nos permite dotarles de herrramientas que les permitan afrontar las situaciones, cada vez desde su individualidad, con su propio enfoque personal,
el que ellos se tracen.
Buenos dias Yolanda!!!!
ResponderEliminarAcabas de describir a mi hijo José Vicente.
Tiene 6 años,esta semana estuvo toda la tarde castigado de pie, mientras sus compañeros daban clase.
Al entrar al cole, un niño le pegó, el se lo dijo a la maestra, ella lo solucionó diciendo que tenían que pedirse perdón , el que le pegó lo pidió, pero el no.
Decía que el no le había pegado, solo estaba cerca de el en la fila y que no pedía perdón por algo que no había hecho y estuvo toda la tarde de pie, castigado.Al ir a recogerlo , la profesora me llamó para contarme el problema.
¿ que puedo decirle a la profesora? ¿ y a el?
No supe qué contestar......
No sé como explicarle la situación sin quitarle autoridad a la maestra, y sin quitarle la razón a el... que la tiene.
Y lo de castigar a toda la clase cuando alguien hace algo mal....... también lo lleva fatal.
un saludo y es un placer leerte.
Es muy difícil Virtu, por eso comentaba yo la línea tan fina, porque socialmente no está bien vista la defensa de tu hijo en ese caso por ejemplo, pero si lo criticas y lo obligas lo hundes. Por eso en casa no te queda más remedio que reconfortar el corazón dañado, empatizar con él. Explicarle cómo se mueve el mundo..etc..etc... y que él vaya forjando herramientas verbales que le lleven a canalizar y verbalizar bien esas injusticias. Un beso cielo.
ResponderEliminarVirtu, es verdad que no es fácil. Pero en concreto en el caso que comentas. Yo, directamente le diría a tu hijo que su profesora como todos los humanos se equivoca y que en este caso se ha equivocado. Le insistiría en que otra vez que le ocurra lo mismo intente explicarle algo mejor a su profesora como se siente y porque no cree que es justo que le obliguen a hacer algo que no cree correcto.
ResponderEliminarUn saludo
Mi hija tiene 6 años y es raro el día que no viene con que la "seño" ha sido muy injusta por dejar a todos sin recreo por culpa de unos pocos, o sin gimnasia, que eso según mi hija, es peor aún ya que el deporte es bueno para la salud, y para colmo, sólo hacen dos veces a la semana...
ResponderEliminarYo creo que lo primero que aprendió a decir fue :"no es justo" estoy exagerando, pero sí es verdad que ve las injusticias y las siente desde muy muy pequeña.
Sí en casa tenemos que apoyarles emocionalmente. Todo en esta vida no es justo, pero a todo, o a casi todo, se le puede sacar algo bueno, eso es lo que yo le intento decir a mi hija, a mi complicado tesoro.
Maria Dolores comprendo muy bien ese " ¡ no es justo ! " , que sale de lo más profundo del corazón y que además tú lo analizas objetivamente y te das cuenta de que es verdad, cuando nos dicen ese no es justo, en la mayor parte de las ocasiones no lo es, no es equitativo, no es proporcionado... ya no solamente con herramientas del cole, sino con domésticas, con regañinas domésticas. Reflexionemos cuando nos dicen no es justo , apliquemos sentido común e inteligencia emocional y demos la vuelta a la tortilla. No dejemos de educar, pero hagámoslo con " sentido de la justicia ". ¿ A ver qué es lo que pasa ? A ver si educamos con tanto castigo, con bofetada, sin negociación de la norma...etc... Y es que cuando ellos dicen ¡¡¡ No es justo !!! es porque de verdad No es justo...
EliminarEs la asociación más tonta que he visto con las altas capacidades. Cualquier niño al que castiguen por algo que no ha hecho lo considera una injusticia, y por regla general tratan de razonar con el maestro o el profesor (otra cosa es que lo consigan).
ResponderEliminarY el melodrama que montas es más tonto todavía. Decir que eso le deja el corazón roto y que los padres lo intentan arreglar. Basta con explicarles las cosas, que a veces hay injusticias y que hacen bien en defender su punto de vista y dialogarlo porque eso de mayores les hará mejores personas.
Bueno David, hay para todos los gustos. Parece ser que tú no compartes la opinión de padres y de psicólogos que relacionamos el alto sentido de la justicia con las altas capaciades, y que se acentúa cuando la disincronía emocional se acentúa. . Pero no tengo nada que objetar, todos expresamos nuestras opiniones. La tuya, simplemente al calificarla de " tonta", descalificas tu propia expresión. Bajo mi punto de vista cuidar el lenguaje oral y escrito es las etiquetas y máxime cuando son descalificadoras es importante, porque definen y dicen mucho de la persona que las expresa. Discrepo mucho de tu sentido de la justicia, no sé si trabajas en las aulas, o has trabajado con menores, o te has acercado a conflictos familiares o te has relacionado con juzgados de familia, pero la afirmación de cualquier niño al que castiguen por algo que no ha hecho lo considera una injusticia por desgracia no es cierta. Estamos en una sociedad donde las autoestimas siguen siendo machacadas, donde se asumen castigos como algo normalizado, y donde por desgracia convivimos con realidades increíbles sobre la pérdida de sensibilidad consciente sobre lo que es justicia. Lamento enormemente que le des la espalda a esas realidades sociales tan importantes en la infancia, con las que otros y otras convivimos. Ni tan siquiera los adultos somos capaces de discernir lo que es justicia. Filosóficamente discutido hasta en derecho entre lo justo y la justicia. Difícil teoría para simplificarla como tonta y melodramática. Sobre lo de enseñar a defender el punto de vista , eso es lo que hago, plantear mi punto de vista, y defenderlo, porque de mayor quiero ser mejor persona, si no te gusta, quizá pudieras exponer el tuyo sin criticar el mío. con etiquetas. Es lo mínimo que se despacha en defensas de puntos de vista. Exposición de hechos, de ideas. Basta con explicar las cosas, dialogarlas, haces bien en defender otro punto de vista. Pero las defensas tienen su sentido de la justicia.
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