¿ Sobran políticos? o ¿ Faltan ciudadanos?
Trabajo cara el público, con lo cual escucho muchas conversaciones de unos y de otros, de unas y de otras.
Fundamentalmente la gran crispación que existe y que al menos yo observo, independiente de otros temas que son tres.
1.- ) El sobredimensionamiento de la clase política española. Hecho constatado, hiperconstatado, denunciado en prensa, sabido por la inmensa mayoría de los ciudadanos, los bien informados y los no tan bien informados.
El sobredimensionamiento nos lleva a pensar y sin error, que absolutamente todo recae sobre nuestras fortalecidas costillas. Y obviamente es así. De las costillas de aquellos que hoy, digamos, afortunadamente, seguimos teniendo un trabajo, salen los sueldos de esta sobredimensión.
El sobredimensionamiento nos lleva a pensar y sin error que obviamente hay una jerarquía de influencias perfectamente delimitada para colocar a gente, dentro del funcionariado de los colores más destacados en el momento en el que se gobierna.
No sé si son necesarios en esta España nuestra 65130 sindicalistas liberados o no, lo desconozco. Tampoco sé si necesitamos 2400 cargos políticos en el Inem, ni 65896 concejales, ni 8260 cargos de designación directa en el sistema sanitario, ni 2330 en el organismo de igualdad y prevención de la violencia doméstica, ni 2450 en entidades estatales y autonómicas de comercio exterior, ni 1600 políticos con pensiones y políticos empleados en empresas públicas con participación estatal 131.250 . Si, 131.250 , hemos leído correctamente. Las patronales cuentan con 31210 personas empleadas con responsabilidad en la dirección política de sus organizaciones. Etcétera, etcétera, etcétera….
2.- La segunda causa que tiene más irritada a la gente, es que nadie pasa por la cárcel. Absolutamente libres todos y todas de responsabilidades. Es decir la DEPENDENCIA absoluta del poder JUDICIAL en nuestro país.
3.- Luego, como trabajo en un Banco, estamos los Bancos, donde en absoluto se ha hecho justicia. Porque de los grandes agujeros de gestión nadie ha depurado responsabilidades.
Y fundamentamente observo que lo que indigna es eso.
Yo entiendo que manifestarse está bien, elevar la voz de discrepancia y hacer que se oiga la opinión con respecto a todo lo que estamos viviendo, pero no me refiero al gobierno actual, sino a nuestro sistema democrático en general. Pero también observo, como venimos observando tod@s que las manifestaciones sirven simplemente para dejar constancia de la discrepancia, pero no para crear influencia en la clase política, ni para hacerse eco de lo que se manifiesta, ni para influir en decisiones, ni para nada, ni de nada. Tienen más repercusión internacional, que nacional y fundamentalmente por causa de las agresiones que se producen y no por aquello que se reinvindica. La imagen que se traslada hacia el exterior es de antisistema y no la realidad de un pueblo indignado por motivos concretos.
¡ Increíble, pero cierto! Es la misma influencia que ejercimos todos aquellos que nos rebelamos contra la participación en la guerra de Irak y que no tuvieron eco en la decisión política de un gobierno, que gobierna de espaldas a la opinión de la cuidadanía.
Yo creo, que hemos llegado a un punto , que tanto aquellos que votan a unos, como los que votan a otros tienen el mismo grado de decepción, con unos u otros matices, con respecto a las formas en las que las decisiones se materializan, pero al fin y al cabo la decepción cuidadana ha alcanzado grado. Hemos sido un pais que a nivel ciudadano nos hemos dejado gobernar siempre, y hemos ido asumiendo como ciudadanía los comportamientos faltos de ética que se han ido percibiendo a lo largo de la etapa democrática.
Pero creo que el espíritu que debe prevalecer es el del pueblo culto, que a lo largo de esta etapa democrática ha ido aprendiendo o hemos ido poco a poco aprendiendo.
¿ Actuaciones ?
En mi modesta opinión no queda más opción que jugar desde dentro y crear un partido político libre que represente a la ciudadanía y que quiera realizar lo que la misma pide.
Los ciudadanos pedimos ÉTICA.
La ética se debe ver reflejada en la actuación política.
No sé cómo funciona la política, pero creo que habrá miles de personas honradas que si lo sepan, muchas personas que quieran trabajar de manera pública no para engordar sus bolsillos, sino para hacer gestión de este país que se nos desmorona lo miremos por el lado que lo miremos y en el cual no nos creemos lo que nos quieran decir respecto a las diferentes gestiones que tenemos y hemos tenido.
Vivimos en la falta de ética de la mentira continua, apoyada y sustentada por unos y por otros.
No sé si la solución pasa por engordar la lista del paro con toda ese serie de números que hay en el cuadro adjunto. Pero posiblemente, así sea … Quizá la Institución de los Cargos Públicos deba pasar por un ERE. Pero con 445.568 políticos, no creo que un país como el nuestro pueda arrancar con buenas cifras de entrada…
Desconozco, porque nadie me lo ha explicado, si esa amplia lista forma parte de las reducciones que les están aplicando a los funcionarios. No lo sé. Preveo que no, pero insisto, no lo sé.
Tenemos 300.000.- políticos más que Alemania. Eso significa mucho y debería significar más en el diálogo con la Señora Merkel.
Nuestra administración no está sobredimensionada por los que ocupan cargos directos, es decir los profesores, los médicos, los policías, personal de administración, sino por los cargos públicos dentro de nuestra administración.
Esta es la gran tela de araña que se ha ido fraguando durante todos estos años.
La gran mayoría de los cargos políticos que acceden a la administración lo hacen a través de organismos dependientes de las Comunidades Autónomas y de los Ayuntamientos.
Se trata de buscar gente que quiera trabajar en política cobrando lo mismo que cobra ahora, salvo los gastos añadidos y justificados que crea un cargo público de desplazamientos y alojamientos.
Se trata de buscar gente que si no tiene trabajo, pero tiene especializaciones, conocimientos e ideas, quiera conformarse con un sueldo mínimo para trabajar.
Se trata de reformar nuestra ley electoral.
Se trata de quitar los sueldos vitalicios.
Se trata de eliminar cargos públicos no relevantes.
Se trata de gestionar adecuadamente los presupuestos generales.
Se trata de reformar nuestra Constitución.
Se trata de que haya gente implicada de educación, de sanidad, que son los que sabrían hacer una buena reforma desde dentro. Los que saben realmente aquello que se necesita.
Se trata de dejarnos de asesores, de los asesores asesorados que no asesoran en absoluto a nadie.
Se trata de que España sea un país reconocidamente laico en su sociedad y no solamente en su Constitución.
Se trata de que la clase política se renueve, se regenere.
Se trata de valorar la utilidad del estado de la autonomías y de las administraciones locales.
Yo creo que gobernar un país debe ser difícil. No sabemos lo que hay en las altas esferas, ni tampoco lo que hay a nivel de partidos. Al menos yo no lo sé. Pero no puede estar lejos de lo que es más o menos llevar una casa, tus pagos, tus ingresos, el endeudamiento que puedas adquirir en relación con tus pagos y tus ingresos. Necesitamos economistas para ello.
Creo en la posibilidad de gente trabajando para el bien común. Creo que hay mucha gente deseosa de hacer cosas. Mucha mente creativa totalmente desaprovechada e infravalorada.
Mucha gente emprendedora que no encuentra los medios para llevar su emprendizaje a cabo.
Necesitamos gente que sepa, que se maneje entre utopías y realidades.
Necesitamos aunar causas. ¡ Cuánta gente se está dedicando de manera totalmente altruista en las asociaciones! ¡ Cuánta gente voluntaria hay realizando cosas!
¡ Cuánta gente denunciando , manifestándose que necesita pasar a la acción!
Yo lo único que veo es que la vía de acción democrática que nos queda es ser nosotros mismos y nosotras mismas los constructores de esa nueva clase política que demandamos tod@s. Desde dentro está demostrándose que no se va a cambiar, no se va a cambiar porque todos y todas desean permanecer en esos puestos, con esos sueldos y con este tipo de estado democrático, con una Constitución que hoy los que tenemos 46 años, ni siquiera votamos.
Una clase política con la ÉTICA como bandera y que demuestre desde el principio que las sociedades se construyen de abajo a arriba y no de arriba abajo.
Para ello necesitamos nuestra mayoría absoluta, nuestra mayoría absoluta ciudadana, en dónde todos y todas nos sintamos representados.
En dónde seamos capaces de reduciendo el coste de lo que supone la clase política hasta la fecha seamos capaces de gestionar. En dónde los poderes jueguen sus cartas limpiamente.
¿ Acaso todo está corrompido?
Una nueva ética en dónde dejemos de vivir de los arcaísmos que esta democracia está sustentando desde su inicio.
Una clase política que sea capaz de convocar referéndums para oir la voz de la ciudadanía más allá de la simple elección. ¿ A cuántos referéndums hemos acudido y que validez han tenido en nuestra historia vital?
Una democracia dónde los programas que se presentan a las elecciones sean revisados y si no se cumplen que vengan otros a cumplirlos. Pero que haya una renovación permanente y no un anclaje permanente.
Una democracia viva, formada por una ciudadanía viva, que se aleja del hecho de depositar su papeleta en la urna cada cuatro años y se acerca al hecho de vivir de cara al bien público.
Una democracia que busque el estado del bienestar no para unos pocos sino para todos y todas.
Una democracia en la que nadie pueda decir : ¡ que se jodan ¡, vaya para quien vaya dirigido.
Lo curioso de todo esto, es que somos más ciudadanos que políticos, pero la pirámide nadie la va a invertir si no la invertimos la ciudadanía y desde abajo.
Nadie nos va a dar la voz, porque no interesa que seamos escuchados.
Lo que oyen, no es lo que quieren oir, pero tampoco les preocupa en exceso, parece ser.
No existe la ética ni para reconocer errores y tampoco la ética para no cometerlos.
Me siento insultada como ciudadana por aquellos que se suponen deberían representarme.
¿ Cómo lo hacemos ?
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