Querida yaya,
es difícil despedirse alguien, siempre. Aunque se hace más fácil cuando la edad y las circunstancias del que se va ayudan a ello, como ha sido nuestro caso.
Casi 92 años dan lugar a mucha vida...
La pena de alguna manera nos acompaña en la vida, porque los seres que más nos aman y a los que más amamos, nos van dejando en el camino y por muchas miguitas que echemos como Pulgarcito, no sabemos el camino de vuelta.
Me preocupaba mucho cómo se iba a afrontar María tu muerte. Compré un libro que se llama Cuentos para el adiós y que no sirvió de nada, cuando murió el conejo. Pero esta vez no sirvió de nada porque ella lo hizo todo , yaya. Te besó suavemente mil veces en las mejillas, notó la frialdad y la manifestó. Lamentó tu ausencia, te puso una carta de que siempre estarías en su corazón, te puso la Virgencita que tenías en la cabecera de la cama dentro del ataud, y te cortó una rosa roja del jardín
para que su aroma te acompañara en el viaje.
Quiso ver debajo del sudario con total normalidad con que ropa te habíamos vestido y cómo te habían colocado. Me dió su aprobación.
Y después de vivir esto a su lado, me pregunté yo
¿ qué cuento para el adiós se le puede leer a una niña de 8 años, que sabe entender el adiós de esa manera?
No obstante en nuestros sueños imaginarios pensamos en aquellos y aquellas que quizá te estuvieran esperando para recibirte.
Os pusimos a tod@s en una Estrella, esa en la que ponemos a mi madre por las noches...
Pensamos en mi madre. ¡ Cuántas cosas le podrás contar de MARÍA, la sensación de haberla tenido en tus brazos, de haberla acunado y dormido ! Solamente con esa descripción ella se dará por satisfecha.
Ni se te ocurra decirle que he engordado...
Pensamos en mi abuelo Vicente. María dice que el perro Yuki seguro que está con él, sacándole las zapatillas y llevando la ropa a la lavadora cuando se ducha. De todas formas Padre e Hija, habrán sido felices, porque eran energía pura y vitalidad salvaje.
Nos ha dado tiempo a repasar todo nuestro árbol genealógico. Mi teta Ceci que unió a estas mis dos familias Silverios y Puches en una sola por nuestra parte. Tantos encuentros estupendos y posibles, tu prima María la Catula quizá esperándote para hacer esas paellas que solamente vosotras conseguíais. Tus amigas, con las que tenéis cosas para recordar. La tía Amparo , tu sobrina Fina,con la que mi madre, digo yo, estará disfrutando de los tanques de cerveza igual que lo hacían en Barcelona, Agustín, diciéndole la tía "pesao", tus sobrinos Jorge y Carlos, tu hermano Silverio, tus cuñados y cuñadas. La verdad es que tienes una gran familia a la que les puedes trasladar muchas cosas buenas de aquí abajo, de todos y cada uno de nosotros y de nosotras.Y que su energía posiblemente o al menos en nuestro cuento, ha sido una gran acogida.
Le contaba yo a María, cuando llevaba mi amiga Maria Rosario a jugar a casa
que siempre me preguntaba ¿ está tu abuela ?
Si era que si, ya sabíamos que nos teníamos que ir a otra parte,
aquello de tu limpieza nos traía por la calle de la amargura...
María me ha hecho rebuscar hasta fotos de tus padres y de tus suegros... Una vida entera se fue. Y con ella se va no solamente la parte de los que aquí quedamos, sino el repaso de los que se fueron antes. Somos eslabones de esta cadena. Todos tenemos rupturas en esa cadena, para ti, el que mi madre se fuera antes que tú es una de ellas, lo mismo ha sido para mi. El dolor no es comparable. Pero hemos intentado hacerlo tal y como ambas planificasteis.
Ese es nuestro cuento de anoche antes de irnos a la cama... Nos duró más de dos horas, yaya ¿ Quién y cómo te puede haber recibido? Y la verdad que nos sentimos estrechamente vinculados con ese recibimiento.
Ahora te irás encontrando poco a poco con un pueblo entero, porque La tía María la Silveria llegó en viernes.
La muerte no la entendemos, yaya, por más que queramos hacerlo. Creo que no estamos preparados para morir. Pero es la vida. Y creo que si entendemos la vida. Mis recuerdos más gratos para todos aquellos y aquellas a los que me hubiera gustado despedir y por la distancia no he podido. Mi marido sabe que cuando subo al cementerio de Soneja les doy mi adiós, siempre me ha gustado despedir a los muertos, desde que era una cría.
Yo me quedo sola, esta mañana hablaba con Paco, que de alguna manera he sido cuidadora desde que mi madré enfermó,y si te podes a echar números eso son muchos años.
Nos has dejado el vacío que le queda al cuidador, a Paco y a mi en estos momentos, la soledad de esa habitación vacia, que superaremos unidos como siempre.
Pero nos has dejado también muchas cosas buenas en ese cuidado al mayor que quizá , por la sociedad en que vivimos no todo el mundo comparta.
Para nosotros ha sido una experiencia de Amor importante y tanto para nuestros
amigos, como para los niñ@s de nuestros amigos, una comprensión
y una visión cariñosa de la vejez que no todo el mundo tiene el placer de disfrutar.
Nosotr@s la hemos disfrutado con gusto.
Gracias a mi padre y a Carmen, que han sido tabla de salvación y han hecho más de lo que moralmente estaban obligados a hacer.
Gracias a mis suegros, que siempre han tenido su mano amorosa dispuesta y tendida hacia ti,
como si fueras algo suyo.
Gracias a los que en estos 12 años nos han acompañado con Amor. Porque el Amor todo lo puede.
Ya te fuiste, dejando en nuestras vidas, un bello cuento para el adiós...
Dulces sueños....
Upssssssssss, con la lágrima puesta, espero que algún día lejano, alguien me dediqué la mitad del amor que se transpira en esta entrada.
ResponderEliminarMaría es una niña maravillosa, que ha demostrado una vez más, una gran sensibilidad y madurez. Felicidades por ella y por la hermosa familia que tienes, aquí y allí.
Besos mil AMIGA
Si pudiera enviarte mi cariño hablando, Yolanda, en este momento no me saldría la voz. María, tú, toda la familia, estáis transformando en belleza y aún más amor todo el dolor de una despedida. No hay nada más grande.
ResponderEliminarMil besos.
Yayita, como me habría gustado darte uno de esos besitos mios q tanto disfrutabas. Te dejo uno por aquí, viejita linda....muuuaaaaaa
ResponderEliminarYayita, como me habría gustado darte uno de esos besos mios q tanto disfrutabas. Te envio uno desde aquí, viejita linda.....muaaaaa
ResponderEliminarGracias !!!
ResponderEliminar