El otro día, en conversación con dos buenas amigas y en relación con las altas capacidades intelectuales, hablábamos de eso que hablamos tantas veces, que son los pilares que sostienen a la persona y que son , al fin y al cabo, los que nos sostienen comos individuos.
Uno de ellos comentábamos que es la familia, otro de ellos en el caso de los niñ@s la escuela, en nuestro caso, el trabajo y el tercero lo social, la sociedad en la que nos desenvolvemos.
Coincidíamos, hablando de altas capacidades intelectuales, en que la familia tiene una importancia enorme. En cualquier niño o niña , la familia tiene una importancia enorme, porque si hay una época de vital importancia y trascendencia es aquella en la que nos estamos formando y se está forjando nuestro yo.
Cuando hablamos de personas con altas capacidades intelectuales, atendemos a una diferencia. Tengo dos amigas, una tiene un niño con autismo y la otra tiene una niño con Síndrome de Down. Para mi, ambas son ejemplo, ejemplo de orientación, estímulo, indagación, aprendizaje de cómo trabajar con una diferencia.
Ambas están en esa alerta permanente, no bajan la guardia , están preparándose, preguntándose los cómos. No dejan las cosas al azar, tienen un contacto permamente con la escuela, cada una con sus luchas de inclusión por delante. Pero fundamentalmente me llama la atención de ambas ese trabajo
en casa con sus hijos.
¡¡¡ Cuántas veces la palabra " permanente " !!! ¿ Verdad ?
Los padres de niños con altas capacidades , de manera permanente reclamamos en la escuela esa atención a la diversidad que requieren nuestr@s niñ@s y luchamos contra ese estereotipo tan manido del
" cómo tienen altas capacidades...pueden hacerlo sol@s ".
Muchas veces me pregunto y me preguntaba con estas amigas en el diálogo, si en nuestras casas no caemos en el estereotipo de " lo pueden hacer solos ".
Porque la realidad es que nuestros hijos no son compartimentos estancos, y cuando nos dicen que tienen
" necesidades educativas especiales ", no creo que el reto sea para una parte de su vida, la que está fuera de la familia.
No podemos hacer de lo que está fuera la causa de todos sus problemas, ni hacer de las altas capacidades la cauda de los mismos.
La realidad es que , al igual que mi amiga Amparo y mi amiga Macarena están permanentemente alerta con sus hijos, nosotr@s, los padres y las madres de los niñ@s y niñas con altas capacidades deberíamos, en nombre de esa atención a la diversidad que demandamos exteriormente, estar permanentemente alerta con las necesidades educativas especiales de nuestros hijos en casa.
No podemos parcelar a nuestr@s hij@s.... y eso es obvio. No nos podemos parcelar nosotros mismos...y eso es obvio.
Cuando se nos dice y yo lo he dicho mil veces, " antes que nada son niñ@s "....
eso no es agarredero para obviar lo que todos y todas como progenitores sabemos.
eso no es agarredero para obviar lo que todos y todas como progenitores sabemos.
De ahi que abogue por la preparación tan necesaria para atender las necesidades específicas de nuestros hijos e hijas. Ser padre consciente significa eso. Además en las familias con altas capacidades hay un porcentaje alto, en el que, al tener hermanos, hay más de un miembro, que comparte esta dicha.
La situación se complica, las reglas no están escritas... y la unicidad sigue existiendo en los niños y niñas de altas capacidades, cada uno de ellos es único y diferente al otro, aunque haya elementos genéricos.
Con lo cual como educadores debemos abordar a ese ser único.
Las responsabilidades propias no se pueden delegar. No da buen resultado delegar todo en la escuela.
Todos y todas traemos nuestro yo de serie que " impepinablemente" tenemos que revisar, reciclar, reconstruir, reestructurar.
No todo depende de lo que hay fuera...
Sobre lo de fuera puedo ejercer ciertos cambios, sobre lo de dentro puedo ejercerlos todos.
Prepararse para atender las necesidades educativas de nuestr@s niñ@s con altas capacidades intelectuales va mucho más allá del desarrollo del curriculum escolar ordinario.
Prepararse para atender las necesidades educativas de nuestr@s hij@s va más allá de conocer y saber sobre altas capacidades, hecho obvio y necesario.
Ser padres conscientes de tener una hijo o una hija o varios con altas capacidades intelectuales pasa por una reflexión seria sobre nuestro papel, más allá de libros. Aunque la lectura sea necesaria, más lo es la reflexión.
Los padres y madres de niños con altas capacidades tienen un índice de detección alta de los mismos cuando son menores y en ese momento no tienen formación. Demos también cabida a la intuición, a la creatividad, al diálogo y fundamentalmente al hecho de entender que nuestro hijo no es un estereotipo de nada cumpliendo unas determinadas características, nuestro hijo o hija es un ser único e irrepetible. Y nosotros tenemos la obligación de contribuir al desarrollo de esas dos características.
He asistido a lo largo de estos años a muchas conversaciones con padres y madres de niñ@s con altas capacidades y hay un punto clave también que es la exigencia al profesorado de que
estén preparados. Que aunque la administración no los haya formado eso no es excusa.
Que hace más el que quiere que el que puede.
Pues exactamente las mismas frases nos las debemos autoaplicar.
Porque de nosotros depende mucho.
Las familias somos muy importantes educativamente hablando.
Las familias somos muy importante es el desarrollo de un niño y una niña con altas capacidades intelectuales.
¡¡¡ Qué nadie nos robe ese papel !!!
Y que trabajemos por el éxito de ese papel, cada cual desde el ángulo que considere conveniente, pero sin olvidar que tenemos una obligación hacia nuestro propio hijo o hija.
Una obligación de la que nada, ni nadie nos libera.
Si la misma se puede hacer desde el disfrute, yo exijo disfrutarla.
Continuará.....
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